#Disclaimer; Esta entrada debe ser considerada como un post o reflexión seguramente paranoide y bajo ese aviso (cuidando la salud mental de quienes tenéis a bien seguirme;) debe ser leída.
#Actualización, me han llamado hoy 27 de Septiembre desde Google (Irlanda) para aclararme el caso, concretamente la persona que añadió nuestras cuentas (Cristian) dándome una explicación. Lo pongo en los comentarios del post.
El título quizás es algo «novelesco», también buscando quitarle trascendencia a algo que puede ser (como seguramente es) fruto de la casualidad, o para dejar la pregunta final a vuestro criterio. Para responder a esa pregunta; ¿Casualidad, causalidad o inseguridad? os pondré en antecedentes.
Mi colega Salva, mejor «Xsas» para los habituales del blog, y yo (a quien le comenté que quizás escribiría algo sobre el tema entre risas y sensación de «uhmm» -;), nos cruzamos un par de correos hablando de cómo hacer un backup de la cuenta de un cliente con su correo y otros datos funcionando bajo Google Apps (servicio proporcionado por Google).
Aclaro que no hubo conversación previa vía Twitter del tema, sólo por correos electrónicos, en ambos casos cuentas de Gmail / Google Apps lo que viene a ser lo mismo. El detalle de que ni en público ni en privado, comentamos nada en Twitter, tiene su peso para la sensación de «conspi-paranoia» que sufrimos en ese momento ;D.
Bien, hasta ahí todo normal, nuestra «extrañeza» llego cuando pasada más o menos una hora del último envío de correo, nos llegó un aviso casi a la vez, de que la cuenta oficial de Google Apps España nos estaba siguiendo en Twitter…Si os fijáis en la lista de a quien siguen, tal y como se ve en la captura de pantalla, efectivamente están las dos seguidas, primero la mía y luego, la cuenta de Quadux que es de Salva.
Cuando recibimos el aviso de Twitter, casi a la vez, vía mail nos cruzamos un «hostia» ¡Qué casualidad ! y ciertamente aquí puede haber opiniones para todos los gustos, ahí quedan 3 de las muchas opciones posibles.
Como dato adicional, he de decir que hace cerca de un mes escribí en Twitter algo así como «no uses como cuenta de admin tu cuenta personal en Google Apps» (para que, en el caso de un acceso no autorizado, puedas recuperar tu cuenta «normal», aconsejaba hacer otra con un nombre «enrevesado» y administrar Google Apps desde esa). Puse como «hashtag« (#) GoogleApps.
¿Casualidad?
Una mera casualidad, el súper algoritmo «Panda» de Google o los responsables de la cuenta de Google Apps España van buscando temas sobre administración de sistemas, la gestión de cuentas de Google, «hastags» o menciones que contengan «GoogleApps», etc y encuentran lo que escribí en Twitter sobre Google Apps, «ven» la relación entre la cuenta de Salva y la mía y nos siguen a ambos. Sería lo normal pero ¡ qué casualidad ! que sea después de los mails. Aunque de eso van las casualidades ¿no?
¿Causalidad?
Causa-efecto. En los dos mails que nos enviamos, Salva y yo estábamos usando cuentas de Gmail / Google Apps, como dentro de los mensajes se hacía mención a Google Apps, su súper algoritmo (modo <conspi-paranoide> ON ;) rastrea las palabras, el mensaje viaja por Matrix y llega a «su sitio» en Google, acto seguido, (en una hora) nos sigue su cuenta de Google Apps España en Twitter. Sería algo muy factible en lo técnico a la par que más que censurable en cuanto a la privacidad.
¿Inseguridad?
Este último punto vendría a colación si la respuesta fuese «causalidad«. Muchas veces, comentamos la gran cantidad de datos que maneja Google sobre todos nosotros (y muchas otras empresas) así como de los usos que hacen de datos «cruzados» las compañías. Bien para ofrecernos algún servicio determinado, saber nuestras preferencias de navegación, lugares visitados, etc (aquí se podría hablar de las cookies). Aunque no es menos cierto, que el administrador de tu correo, también puede leerlo sin llamarse Google…
Os comento que esta entrada ha estado como «borrador» durante unos días, esperando a que pasase un poco el tiempo para intentar quitarle trascendencia, sólo con el título escrito y con todos los papeles de no pasar de «borrador». Pero también que, aún con las risas que nos echamos Salva y yo respecto a lo sucedido, uno se queda con «la mosca detrás de la oreja» como se suele decir. Si me preguntáis sobre mi respuesta, diría que claramente se trata de una casualidad, pero en este negocio de «los unos y ceros«, hay artistas (del código-;) que pueden convertir las «casualidades» en inquietantes «realidades» (y viceversa).