La nueva-flamante-denostada Ministra de «In-cultura» Angeles González-Sinde quiere «ordenar ese espacio que es Internet», así se puede escuchar (Acceso al MP3) en una entrevista que le hicieron recientemente en Radio Nacional.
Pues bien, sepa usted que aquí no hace falta que nadie nos ordene, y menos alguien como usted que si, de cine y guiones sabrá mucho, pero de como funcionan las cosas en Internet no tiene ni puta idea. Esto no es la farándula ni esos lugares tan fashion que seguramente está acostumbrada a frecuentar, ni está en la gala de los premios Goya frente a un público entregado.
Esto es un espacio abierto en el que priman las libertades del Internauta frente a gobiernos y corporaciones que quieren hacernos pasar por un aro por el que nunca pasaremos. Está hablando para una audiencia con sentido crítico que está hasta los cojones de que la incriminen continuamente y de que le digan «que viene el coco».
Aznar ya nos jodio bien a todos y sentó las bases del control vía la LSSI, (leed por favor) vía un caramelo envenenado que nos vendieron y algo que Zapatero y afines no solventaron, así nos va.
Ahora, se cubre de mierda gloria y viene esta iluminada a reinventar la rueda hablando de que
«nada, el canon son sólo unos céntimos«, o siguiendo con chorradas como «¿para qué necesitamos todos una línea de ADSL de no sé cuanto gigas? ¿Para mandar e-mails?«
y otras joyas de su vergonzosa colección personal sin más, le dedico este mítico documento de La Red que estoy convencido no conoce.
Declaración de independencia del ciberespacio
Gobiernos del Mundo Industrial, vosotros, cansados gigantes de carne y acero, vengo del Ciberespacio, el nuevo hogar de la Mente. En nombre del futuro, os pido en el pasado que nos dejéis en paz. No sois bienvenidos entre nosotros. No ejercéis ninguna soberanía sobre el lugar donde nos reunimos. No hemos elegido ningún gobierno, ni pretendemos tenerlo, así que me dirijo a vosotros sin mas autoridad que aquella con la que la libertad siempre habla.
Declaro el espacio social global que estamos construyendo independiente por naturaleza de las tiranías que estáis buscando imponernos. No tenéis ningún derecho moral a gobernarnos ni poseéis métodos para hacernos cumplir vuestra ley que debamos temer verdaderamente.
Los gobiernos derivan sus justos poderes del consentimiento de los que son gobernados. No habéis pedido ni recibido el nuestro. No os hemos invitado.
No nos conocéis, ni conocéis nuestro mundo. El Ciberespacio no se halla dentro de vuestras fronteras. No penséis que podéis construirlo, como si fuera un proyecto público de construcción. No podéis. Es un acto natural que crece de nuestras acciones colectivas.
No os habéis unido a nuestra gran conversación colectiva, ni creasteis la riqueza de nuestros mercados. No conocéis nuestra cultura, nuestra ética, o los códigos no escritos que ya proporcionan a nuestra sociedad más orden que el que podría obtenerse por cualquiera de vuestras imposiciones.
Proclamáis que hay problemas entre nosotros que necesitáis resolver. Usáis esto como una excusa para invadir nuestros límites. Muchos de estos problemas no existen. Donde haya verdaderos conflictos, donde haya errores, los identificaremos y resolveremos por nuestros propios medios. Estamos creando nuestro propio Contrato Social. Esta autoridad se creará según las condiciones de nuestro mundo, no del vuestro. Nuestro mundo es diferente. El Ciberespacio está formado por transacciones, relaciones, y pensamiento en sí mismo, que se extiende como una quieta ola en la telaraña de nuestras comunicaciones. Nuestro mundo está a la vez en todas partes y en ninguna parte, pero no está donde viven los cuerpos.
Estamos creando un mundo en el que todos pueden entrar, sin privilegios o prejuicios debidos a la raza, el poder económico, la fuerza militar, o el lugar de nacimiento. Estamos creando un mundo donde cualquiera, en cualquier sitio, puede expresar sus creencias, sin importar lo singulares que sean, sin miedo a ser coaccionado al silencio o al conformismo.
Vuestros conceptos legales sobre propiedad, expresión, identidad, movimiento y contexto no se aplican a nosotros. Se basan en la materia.
Aquí no hay materia. Nuestras identidades no tienen cuerpo, así que, a diferencia de vosotros, no podemos obtener orden por coacción física.
Creemos que nuestra autoridad emanará de la moral, de un progresista interés propio, y del bien común. Nuestras identidades pueden distribuirse a través de muchas jurisdicciones. La única ley que todas nuestras culturas reconocerían es la Regla Dorada. Esperamos poder construir nuestras soluciones particulares sobre esa base. Pero no podemos aceptar las soluciones que estáis tratando de imponer. En Estados Unidos hoy habéis creado una ley, el Acta de Reforma de las Telecomunicaciones, que repudia vuestra propia Constitución e insulta los sueños de Jefferson, Washington, Mill, Madison, DeToqueville y Brandeis. Estos sueños deben renacer ahora en nosotros.
Os atemorizan vuestros propios hijos, ya que ellos son nativos en un mundo donde vosotros siempre seréis inmigrantes. Como les teméis, encomendáis a vuestra burocracia las responsabilidades paternas a las que cobardemente no podéis enfrentaros. En nuestro mundo, todos los sentimientos y expresiones de humanidad, de las mas viles a las mas angelicales, son parte de un todo único, la conversación global de bits. No podemos separar el aire que asfixia de aquel sobre el que las alas baten.
En China, Alemania, Francia, Rusia, Singapur, Italia y los Estados Unidos estáis intentando rechazar el virus de la libertad erigiendo puestos de guardia en las fronteras del Ciberespacio. Puede que impidan el contagio durante un pequeño tiempo, pero no funcionarán en un mundo que pronto será cubierto por los medios que transmiten bits.
Vuestras cada vez más obsoletas industrias de la información se perpetuarían a sí mismas proponiendo leyes, en América y en cualquier parte, que reclamen su posesión de la palabra por todo el mundo. Estas leyes declararían que las ideas son otro producto industrial, menos noble que el hierro oxidado. En nuestro mundo, sea lo que sea lo que la mente humana pueda crear puede ser reproducido y distribuido infinitamente sin ningún coste. El trasvase global de pensamiento ya no necesita ser realizado por vuestras fábricas. Estas medidas cada vez más hostiles y colonialistas nos colocan en la misma situación en la que estuvieron aquellos amantes de la libertad y la autodeterminación que tuvieron que luchar contra la autoridad de un poder lejano e ignorante. Debemos declarar nuestros «yos» virtuales inmunes a vuestra soberanía, aunque continuemos consintiendo vuestro poder sobre nuestros cuerpos. Nos extenderemos a través del planeta para que nadie pueda encarcelar nuestros pensamientos.
Crearemos una civilización de la Mente en el Ciberespacio. Que sea más humana y hermosa que el mundo que vuestros gobiernos han creado antes.
Relacionado (Blog de Maty)
Cumbre de Davos, (No, no son familia mía-;) Suiza a 8 de febrero de 1996
david
Es una suerte que tenemos, lo que pasa que no lo acabas de entender… Con la multitud de subvenciones que van a empezar a darse a los colegas directores de la ministra y la nueva ley del cine nos harán super cultos a base de ver buen cine español, ese que la gente no ve por culpa del peer to peer. En España tenemos mucha suerte de contar con una clase política de «izquierdas» como ésta. Es curioso y muy triste que un ministro de cultura sea tan corto de miras y asocie banda ancha con descargas ilegales. Y también es muy triste que un presidente nombre ministra a una persona con un sesgo tan claro hacia ciertos temas. Lo peor de todo es que en las próximas elecciones volveré a votarlos porque los otros todavía dan más miedo :-( :-( y eso me acojona un huevo.
Un saludo :-)
dabo
Yo de momento en las Europeas no votaré, creo que lo tengo cada vez más claro y como he dicho por ahí, si con unos vamos mal con los otros peor, cada vez me da más asco la política la verdad.
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Lo de la tía esta tiene tela. Y lo de nombrar a una autora de cine ministra de cultura también. ¿Sabrá algo de gestión de museos o de Patrimonio? ¿Sabrá qué es… no sé… mmmmm… la UNESCO?
Luego está el tema de la barra libre de todo porque sí, que es bastante complejo, no es ni lo que dice la sgae ni lo que leí por ahí de algún gilipollas que decía que «son intangibles, debe ser gratis», o algo así.
dabo
Pues si Doc, las cosas están así y sólo faltaba que al final algún iluminado quiera emular el «modelo francés» o la ley del embudo que es lo que es, querer hacernos pasar por un embudo.
Aquí hay un debate de fondo mucho más profundo en el que se está hablando de libertades y derechos además de privacidad y que no salgan por favor los del otro bando a querer hacer campaña conmigo que la LSSI como bien digo es obra de Aznar y ahora van de hermanitas de la caridad queriendo ir de «web 4.0» total.
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